“Toda obra de arte es una forma expresiva del sentimiento humano. Es un símbolo y un testimonio que el artista articula con sus vivencias más sentidas, más profundas. Y en esto siempre hay una síntesis entre su interioridad y su cultura. Construir un cuadro es instaurar una presencia que a su vez se configura como resultado de una ausencia y el trabajo del artista busca llenar ese espacio.

Mirar en la soledad de la creación, de la concepción de una obra, es mirarse a sí mismo y esperar la mirada de los otros.
En las obras de Laura Montanaro estamos frente a esa mirada aposentada, paradójicamente, en la realidad de su misterio.

Hay propuesto siempre un recorrido que rehuye lo prosaico, allí donde las formas se imponen sobre el halo de sus ambigüedades, de lo inesperado, lo imprevisible, que nos invita a construir con sus materiales la propia obra y reconocernos en ella. Espacios envolventes, interrogantes, sugerencias que insinúan vagos fantasmas, una sentida forma de acercarnos a algo que está oculto y que sólo nos muestra, apenas, algunas vislumbres.

Su tejido ilusorio nos envuelve y apunta a un calor que señala el sitio donde se ha movido su alma.

Llevar esa tibieza a nuestro patrimonio sensible es una oportunidad para su enriquecimiento.”

Maestro Heriberto Zorrilla (República Argentina – 2007)

“Laura Montanaro, nos presenta una obra que nos lleva a imaginar y a la vez induce al imaginario como queriendo maniatar en su juego la libertad de la mirada; obra que nos invita a escudriñar y a compartir las sensaciones de la pintora en esta hermosa abstracción, concebida seguramente sin impulso evocativo, ni pretensión representativa.

Obra que enhebra sutilmente laberintos de color, con un tratamiento predominantemente accidental que la pintora resuelve con solvencia en imágenes sugeridas, surgidas de la evocación espontánea y libre, carente de representación expresa en la composición, cuya recreación se funda en la aplicación de recursos técnicos depurados más que en una idea preconcebida.”


Jorge Ernesto (Crítico de Arte - España) 2007

“Me ha gustado mucho la obra de Laura, tiene fuerza y muchos sentimientos, parece que en cada obra plasma todo lo que es la vida, desde lo más bueno hasta lo más malo. Es curioso porque normalmente los artistas suelen mostrar un sentimiento; alegría , melancolía... pero ella tiene mucho garro. Tiene ángel, como se dice en el arte. magnetismo que hipnotiza”.


Liz (Curadora y Galerista - España) 2007

Laura Montanaro, nos presenta una obra que la define como abstracta y la titula: “Cuando cae la tarde”; una aparente contradicción que nos lleva a imaginar y a la vez induce al imaginario como queriendo maniatar en su juego la libertad de la mirada; obra que nos invita a escudriñar y a compartir las sensaciones de la pintora en esta hermosa abstracción, concebida seguramente sin impulso evocativo, ni pretensión representativa. 

Obra que enhebra sutilmente laberintos de color, con un tratamiento predominantemente accidental que la pintora resuelve con solvencia en imágenes sugeridas, surgidas de la evocación espontánea y libre, carente de representación expresa en la composición, cuya recreación se funda en la aplicación de recursos técnicos depurados más que en una idea preconcebida.

Recursos de remarcado oficio en la aplicación del color, donde los dorados y ocres de tonos y matices variados, armonizados por azules que oscurecen y se diluyen en luminosas transparencias, crean una atmósfera de evocación marinera que la imaginación se encarga de crear, ayudada por la línea que limpiamente corta los planos, dando la sensación que el dibujo compartimenta, simulando estructuras empinadas de extraña geografía.

La obra atrae nuestra atención con ligeras y prolongadas líneas rematadas en negro para encerrar a los dorados, naranjas y violetas sutilmente tamizados por su pincel, que juegan con los azules que cincelan el laberinto, compartimentándolo para dejar libertad a las líneas, que fingen ser erizados espigones de velas que se alzan para dar la sensación de una imagen que se entretiene con la luz.

La luz es un elemento imprescindible y necesario en este abstracto que florece en su atardecer, para que los veleros naveguen en la imaginación del observador. Atardece con sus colores cálidos y frescos bañados en azules y oros, quizá llevándose sueños o dejando pellizcos de nostalgia en los puertos que fluyen en el corazón y el pensamiento.

Felicitaciones a la pintora por seducir a la imaginación en su juego con el color.

Jorge Ernesto Ibáñez Vergara (Crítico de Arte – España ) 2007

“Leí recién el comentario de Zorrilla sobre tu obra. Es de una prosa muy poética, que me llevó a evocar inmediatamente tu obra; y a vos misma, Laura, qué no sos otra cosa respecto de tu obra, después de todo... ahí están, o al menos así lo veo, tu inmensa y vulnerable calidez; la conmoción interna de tu propia generosidad; la esquela súbita que trazan los fantasmas de tu historia; tu mirada de reposada valentía, despojada de toda impostura... el esfuerzo genuino por rozar la verdad, por acariciarla sin profanar su esencia ...Gracias por todo Laura!”

Gerardo Torres (República Argentina) 2008

Digamos que acabo de conocer a Laura y su obra en este espacio de Artistas de la tierra aunque está presente desde 2007.
Laura Montanaro desarrolla pintura tradicional en variadas técnicas creando obras de sutil colorido y armonía del lenguaje expresivo. desarrollando temas con espacios abiertos, podríamos decir que casi no usa líneas o espacios cerrados y me pregunto si será influencia de su vivencia geográfica sobre las riveras del Plata y sus consiguientes llanuras... bien, eso es tema de psicología.
Digo que sus obras se expresan mediante espacios abiertos que contienen una poética enunciada en los títulos, abstrayendo la esencia de la idea, dejando solo la figuración necesaria.
Las obras aquí vistas están engamada, sin sobresaltos y diríamos que sin límites entre tonalidades, de esta forma nos permite acceder suavemente a los distintos momentos sugeridos.
Uno de sus temas, el tiempo, es abordado específicamente en Fracciones… Ese concepto tan común y a la vez tan huidizo, tan inasible lo vuelca en dos instancias, una de ellas como un Aleph borgeano donde todo se percibe aun tiempo, todo se llega a comprender. La otra fracción de tiempo va surgiendo y se eleva para ir consolidándose dentro de un movimiento ondulante y se extiende con sus momentos claros y otros oscuros sin dar énfasis al color, tan solo la claridad del siena y los grises que le son propios.
Estas dos obras son como un espejo interior de Laura y reflejan su actitud frente a interrogantes universales, una actitud sosegada que va adquiriendo sus propias convicciones dichas convicciones las va volcando en distintos instantes poéticos que vivencia desde si y proyecta a su rededor en la imagen y en la palabra.
…….Torbellino de Sueños / El regreso / Nostalgias marinas / Anochecido / Imposición de la imagen / el desierto de los tártaros / Al rescate de la Libertad / celebración a la amistad / hacia el encuentro /Cuando cae la tarde / Proximidades remotas / Recuerdos que emergen / bodegón / Fragmentos del tiempo / Fragmentos del tiempo II / Torbellino de pasiones / Cuando la noche y los sueños duermen /………..
Felicitaciones Laura por su obra

Antonio Guzzo (Crítico de Arte – República Argentina) 2009

Una pintura humanizada, sentida, que deja atrás el apunte anecdótico y trasciende la materialidad y el mero hecho físico de pintar. Un beso

Maestro Heriberto Zorrilla (República Argentina) febrero 2012.

Hierra es fuego, hierro candente, campo, animales, propiedad, identidad... Hierra es uno de los momentos más importantes en las tareas rurales... Hierra también es una actitud. Marcar el propio sendero, tener identidad propia, tener conciencia de si mismo y las capacidades naturales y adquiridas, no ya de la posesión de un algo material sino de su propio yo.
El hombre montado y con sus capacidades plenamente desarrolladas aplica todas las estrategias para cumplir su cometido, marcar sus animales y también marca su ser, su yo.
Laura exquisita obra en que las pinceladas encendidas no desdibujan la esencia, la magnifica.

Antonio Guzzo (Crítico de Arte, República Argentina) Junio/2011

Laura: Felicitaciones por tu trabajo. Siempre en el terrenos de la expresividad, del sentimiento ,y la capacidad de artista que tenés.

Maestro Heriberto Zorrilla (República Argentina) febrero 2012.

Laura Montanaro mantiene una paleta serena en que el cromatismo, sea monocromo o no, gradúa de una forma singular la intensidad y el engamado de las mismas que, aún en las obras mas enérgicas, les provee tersura... como se podría decir... La capa de terciopelo del caballero cubre y abriga pero también cubre su espada... En nuestro caso una espada que defiende sensaciones, sentimientos, ideas, una espada que está bajo el terciopelo pero que no está oculta.

El arte abstracto, el abstracto puro, el que no nos sugiere figuras o imágenes reconocibles, solo movimiento y color como también rigidez y color (geometrizaciones, colores puros…); ha adquirido gran madurez... diría gran madurez social ya que no solamente los pintores, aun los más tradicionalistas, adoptan distintos grados de abstracción pura si no que observadores comunes, legos en arte se interesan en las obras y también arriesgan comentarios y opiniones...

Laura Montanaro transita desde hace tiempo la abstracción con notable independencia creativa y en esta nueva etapa ha cruzado los límites de ciertas líneas e insinuaciones figurativas que la sujetaban pero no la cohibían en la calidad de su creación, basta recorrer su galería para emocionarse con cada obra.

En este momento su fuerza es como un rompeolas y su expresionismo en abstracto no solo esparce explosivamente el agua salada sino que penetra en la piedra y obtiene un instante rico y poderoso en cada título sugerido.

El premio recibido hace unos días es plenamente merecido y si bien fue emotivo saber de él en su momento, no es sorprendente que lo recibiera, por calidad y trayectoria.

El Escape. Obra Premio Adquisición. es sumamente intensa como lo es ese instante en que se produce un escape, lleno de tensiones que emergen en forma aguda, punzante y atraviesan de un espacio a otro en busca de un lugar apaciguado como pueden serlo los tonos periféricos … un escape si se quiere hacia arriba, hacia una perfección donde el dominio del lenguaje que utiliza le permita seguir siempre ser Laura Montanaro.


Antonio Guzzo (Crítico de Arte – República Argentina) 2012

Tu obra nos muestra que es posible vivenciar la belleza pura sin formas conocidas que nos distraigan. Es una celebración y un atisbo de otras dimensiones, donde podemos siempre preguntarnos qué hay más allá sin temor a repetirnos. El caudal de tu arte es inagotable como la vida y tus cuadros son eso mismo, VIDA.


Silvia Iglesias (República Argentina) marzo/2012


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